viernes, 26 de octubre de 2012

El PeterHuerto remonta y otras buenas noticias

He dejado pasar un tiempo prudencial antes de escribir una nueva entrada, para tener algo positivo que contaros.

La semana pasada fue una constante lucha contra la obstinación de Eulalia (a la que ya os presenté) por "cuidarme" las lechugas.
El poco tiempo libre del que disponía antes de llegar el fin de semana, hizo que la reparación de la malla ¿protectora? del PeterHuerto fuera simplemente provisional. Tan provisional, que Eulalia no tuvo ninguna dificultad para volver a entrar una y otra vez, día tras día. 

Llegué incluso a pensar que se estaba riendo de mí y sinceramente, no tenía claro que pudiese ser capaz de impedir definitivamente los ataques. Me estaba dejando vencer por ¡¡una gata!!
Además, apareció en escena el otro peligro gatuno, Mimoko, que hasta ahora no había hecho mucho caso al PeterHuerto y se había limitado a observar a su "hermana" mayor; aunque se trata de un peligro distinto, ya veréis luego.



Con el fin de semana, llegó el relax y el tiempo para pensar y finalmente decidí cambiar la malla y reforzar la estructura completamente. La malla original, que era un tipo de mosquitera blanda y que claramente ofrecía poca o ninguna resistencia a las garras de un gato, ha quedado sustituida por una de plástico rígido. El inconveniente de este tipo de plástico, además de que aporta un poco más de peso al conjunto, es que va a permitir que mis dos pequeños monstruos peludos trepen, cosa que puede tener consecuencias impredecibles. 
Además del cambio de material, he modificado la forma de instalarla pensando en dejar solamente una abertura, para minimizar los puntos débiles y para que soporte lo mejor posible las más que previsibles escaladas.
No os aburro más, éste es el resultado:
El PeterHuerto reparado
Y ésta es Mimoko, que ya apareció en alguna de las entradas dedicadas a la construcción del PeterHuerto, descansando plácidamente en lo alto de lo que se ha convertido en su hamaca:
Mimoko trepadora
Ha pasado una semana y parece que he conseguido el objetivo. Ninguna de las dos ha vuelto a entrar en el PeterHuerto y la malla aguanta perfectamente las escaladas.
De momento, los cultivos supervivientes están a salvo.

Una vez superada esta situación, vayamos con las buenas noticias a las que hace referencia el título de la entrada: el PeterHuerto vive y crece. Aquí van unas fotos generales para que veáis el avance:

Perejil, rabanitos y lechugas romanas

Detalle de rabanitos supervivientes, en recuperación

Rúcula, zanahorias y una tomatera

Una de las tomateras creciendo a buen ritmo

Habas. El crecimiento es espectacular

Mirad la altura de las habas. Increíble cómo crecen

Lechuga romana superviviente

Lechuga mantecosa, prácticamente salió indemne de los ataques gatunos

Y finalmente... ¡¡sorpresa!!
Los rabanitos sí que engordan, hay dos de ellos que están prácticamente listos para la cosecha ¡¡bieeeeen!!





Rabanitos asomando
Seguramente los recolecte mañana. Os informaré, no tengáis ninguna duda...


2 comentarios:

Mª Ángeles Muñoz Cosme dijo...

Me encanta el blog, y me encantan las fotos, pero lo que más me gusta es la relación simbiótica entre Eulalia y Mimoko con el mundo vegetal. No dejes de observar ese aspecto; es lo que le da más intriga al blog.
Muchos besos.

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Unknown dijo...

Más que una simbiosis yo diría que es una "atracción fatal" (fatal para el huerto, claro)...

Me encanta que te encante :)) (a mí me pasa lo mismo con el tuyo, aunque no haya gatos).

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