Festina lente

Como reza uno de los blogs que sigo (y que os recomiendo), yo fui a EGB. 

Y después fui a BUP.

Y en BUP teníamos latín como asignatura obligatoria.

No recuerdo mucho más allá del "rosa rosae" y algunas cosillas más, pero gracias a la profesora que tuvimos, quedaron grabadas a fuego en mi mente unas cuantas locuciones latinas, que me gusta recordar de vez en cuando.

El título de esta entrada, "festina lente", sería equivalente al refrán español "vísteme despacio, que tengo prisa" y pensaréis ¿qué tiene esto que ver con el PeterHuerto? Pues realmente todo, porque esta frase resume perfectamente el estado actual del huerto.

Todo trabajo tiene su recompensa

Ayer fue un día especial para el PeterHuerto: la primera cosecha.

En realidad fue una minicosecha, ya que solamente he recogido un rabanito. Uno solo, pero es el ¡¡primero!!

El primer fruto de cultivar con mis propias manos. Llevaba dos meses esperando este momento, desde que comencé a desmontar el primer palet.

Os presento a Rabanito Number One:

Rabanito nº One

No está mal, ¿no?

El PeterHuerto remonta y otras buenas noticias

He dejado pasar un tiempo prudencial antes de escribir una nueva entrada, para tener algo positivo que contaros.

La semana pasada fue una constante lucha contra la obstinación de Eulalia (a la que ya os presenté) por "cuidarme" las lechugas.

El poco tiempo libre del que disponía antes de llegar el fin de semana, hizo que la reparación de la malla ¿protectora? del PeterHuerto fuera simplemente provisional. Tan provisional, que Eulalia no tuvo ninguna dificultad para volver a entrar una y otra vez, día tras día. 

Llegué incluso a pensar que se estaba riendo de mí y sinceramente, no tenía claro que pudiese ser capaz de impedir definitivamente los ataques. Me estaba dejando vencer por ¡¡una gata!!

Además, apareció en escena el otro peligro gatuno, Mimoko, que hasta ahora no había hecho mucho caso al PeterHuerto y se había limitado a observar a su "hermana" mayor; aunque se trata de un peligro distinto, ya veréis luego.

Continúan las hostilidades

Ahí va un tópico: una imagen vale más que mil palabras.

 

In fraganti

 Pues eso, no comments...

Evaluación de daños

Pues aquí estoy de nuevo.

Después de la incursión gatuna, la evaluación de daños arroja lo siguiente:

• Dos rabanitos perdidos: al pisarlos se han roto todos los tallos. El resto ha sufrido bastante debido a las pisadas, pero creo que pueden recuperarse. Además, los tallos han quedado enredados unos con otros y he estado un buen rato tratando de separarlos sin que se rompieran. Desgraciadamente esta operación ha causado alguna baja más.
• Las tres lechugas romanas están en un estado lamentable: mordisqueadas y con algunas de las hojas rotas. No sé si sobrevivirán.
• La malla de protección estaba totalmente suelta por la parte trasera y bastante deteriorada en la delantera. He tenido que hacer una intervención de emergencia, pero creo que tendré que cambiarla por completo.

La venganza de Eulalia

Hoy os voy a presentar a Eulalia.

Aquí la tenéis:

 

Eulalia

Tiene cara de buena, ¿verdad?

Hoy pensaba actualizar el blog con una entrada que hablaría de la inminente recolección de los rabanitos y la evolución del resto de las plantas del PeterHuerto.
Sin embargo, Eulalia ha decidido ser protagonista.

Lo último que hago todas las mañanas antes de irme a trabajar, es salir a la terraza y conseguir que las dos gatas se metan dentro de casa, para poder cerrar la puerta y marcharme tranquilamente, sabiendo que se van a pasar toooodo el día durmiendo en el lugar más cómodo que encuentren.
Lo normal es que una de ellas, si no las dos, esté siempre cerca de mí mientras me preparo para ir al trabajo.
Hoy no ha sido así. Raro, raro, algo iba mal esta mañana.

Todavía era de noche cuando he salido a la terraza. Mimoko ya estaba localizada, faltaba Eulalia, que tiene una increíble capacidad de ocultarse entre las sombras.

No estaba en sus lugares habituales.

Adivinad dónde la he encontrado...

Primeros transplantes

Hoy voy a contar cómo he realizado los primeros transplantes desde el semillero al PeterHuerto.

Después de las lluvias de la semana pasada, en ésta parece que ha vuelto el verano.

En esta zona es habitual que el calor del verano se extienda bastante más allá de lo que oficialmente dice el calendario, pero la verdad es que estos días hemos vuelto a tocar los 35 grados en más de una ocasión.

No sé si ésa es la razón, pero el caso es que las tomateras que tenía en el semillero han crecido muchísimo y he decidido transplantar ya las dos más desarrolladas, porque las veía ya con falta de espacio.

Es posible que me haya precipitado, pero... este año lo considero un experimento. Además, me he dejado otras dos en la reserva.

Y tras la tempestad...

... llega la calma ¿no?

Ayer fue un día típico otoñal. 

Llovió como hacía mucho tiempo que no veía, con mucha intensidad y durante muchas horas. Vamos, lo que se dice una lluvia torrencial.

Hoy ha salido el sol y yo he salido a revisar la terraza, sin saber exactamente cómo ha soportado el PeterHuerto semejante cantidad de agua.

Aunque la terraza está techada, la verdad es que hoy ha amanecido hecha un "solar" y pide un manguerazo a gritos. Sin embargo, el PeterHuerto ha aguantado sorprendentemente bien, y eso que está situado en la zona más expuesta a las inclemencias meteorológicas, ya que también es la zona que más horas de sol recibe.

El mini invernadero donde tenemos el semillero está también en perfectas condiciones (algo sucio, eso sí), así que es el momento de hacer un repaso de la evolución de todo lo sembrado, cuando han pasado 19 días desde la siembra.

El PeterHuerto avanza

Hoy voy a enseñaros los avances del PeterHuerto.

Tengo que decir que los rabanitos han crecido mucho, tanto que los amigos de Infojardin me han aconsejado realizar una tarea de la que hasta hace unas horas desconocía hasta el nombre: aporcar.

Aporcar consiste en acumular tierra alrededor de la base de los tallos de los rabanitos, de forma que queden cubiertos hasta el  nacimiento de las hojas

Mis Pequeñines

Pues lo prometido es deuda.

En la entrada anterior comentaba que tenía pendiente escribir algo sobre las semillas que había sembrado en el PeterHuerto, así que allá vamos.

A la hora de ponerme a sembrar me di cuenta de que hay algo muy importante: las semillas. Sí, parece una tontería, pero llegó el momento de sembrar algo en el flamante PeterHuerto y no tenía ni una semilla (Aaaay, las cabezas...).

El caso es que las vacaciones se habían acabado y ya me daba una pereza enorme ir a comprar las semillas a una tienda o vivero físicos (y eso que conozco una tienda de semillas a 10 minutos del trabajo, pero uno es así de perezoso...). Así pues, busqué una tienda online de semillas de hortalizas y acabé dando con ésta: www.semillashuertayjardin.com

Paradojas de la vida, se trata de una tienda ubicada en Murcia, pero yo estaba empeñado en no mover ni un dedo más, así que cuando vi que superando los 15€ en el importe de la compra, no había gastos de envío, no me lo pensé dos veces y realicé un pedido de semillas para toda la temporada de otoño-invierno y también para la próxima primavera.

¡ Qué ilusión !

Ilusión.

Esta es la palabra que describe la sensación que he tenido cuando, hace apenas unos minutos, he llegado del trabajo y he salido a la terraza a revisar el PeterHuerto.

Tres días después de sembrar unas cuantas semillas (en otro momento explicaré bien todo lo que he sembrado...), unos pequeños tallos con sus minúsculos cotiledones se han asomado buscando el sol.

A grandes problemas, grandes soluciones

Tras el intento fallido de proteger el PeterHuerto de los juegos del equipo felino, había que pensar en algo que cumpliera básicamente dos requisitos:

1. Proteger el huerto.
2. Permitir trabajar en él.

Así que, aunque no estaba muy convencido por el resultado estético, pensamos en utilizar la estructura de una estantería metálica de las llamadas "mecano", para levantar una malla lo suficientemente alta como para permitir el crecimiento normal de las hortalizas que vayamos a sembrar.

Este es el resultado:

Para permitir el trabajo en el PeterHuerto, la parte delantera se puede abrir enrollándola hacia arriba. Para cerrarla, he utilizado unas pinzas con gancho que tenía por ahí (me he dado cuenta que tengo de todo en mi caja de herramientas, jeje), que aseguran la malla protectora a la mesa por la parte inferior.

Sujeción de la malla a la mesa

Ahora sí, el PeterHuerto está finalizado y listo para la siembra.

Ah, lo olvidaba: Equipo Felino 1 - Equipo Sapiens (ahora sí) 2. ¡¡VICTORIA!!

Gatas 1 - PeterHuerto 0

Los gatos son muy listos.
Y tozudos.
Y les gusta demasiado la tierra fresca.

Pensaba que la humedad les quitaría las ganas de remover la tierra, pero no es así.
Este es el primer y patético intento de proteger el PeterHuerto de su espíritu de topo:

Primer intento

Resultado: Equipo felino 1 -  0  Equipo Sapiens (por demostrar lo de sapiens)
Dicen que si esto es lo mejor que sé hacer, que me vaya olvidando de sembrar algo ahí...

Voy a tener que esforzarme.

No he sembrado todavía y ya tengo problemas

Esto estaba marchando demasiado bien, era todo muy bonito.

Hasta hoy.

Esta mañana he salido a la terraza, como todos los días, para comprobar que todo estuviera en su sitio, ya que mis dos gatas pasan gran parte de la noche allí. Todo estaba bien, pero ha pasado algo que estaba temiendo desde que rellené la mesa con el sustrato: una de las gatas tiene complejo de topo y se ha dedicado a "buscar tesoros" dentro del PeterHuerto. Vamos, que ha empezado a remover la tierra.

La prueba del delito

Como ya me imaginaba que esto iba a suceder, había previsto colocar una malla protectora, así que ya sabéis lo que me toca hacer estos días.

Menos mal que no he sembrado todavía...

La mesa de cultivo III - El sustrato

Todos los blogs y foros dedicados al tema de los huertos urbanos que yo he ido leyendo, coinciden en un punto: la importancia de un buen sustrato para que las hortalizas que plantemos tengan opciones de desarrollarse y dar los frutos que esperamos.

Como siempre, busqué información para comparar las distintas opciones.
Inicialmente me decanté por la opción de Fibra de coco + Humus de Lombriz + Perlita, sobre todo por el poco peso de la fibra de coco.

Sin embargo, en la zona en que vivo no he sido capaz de encontrar la fibra de coco (tampoco me he vuelto loco buscándola), así que, sabiendo que había otras opciones igualmente válidas, he tenido que cambiar de idea.

La mezcla final que he utilizado es la siguiente:

Tipo sustrato	Volumen (Litros)	% Total (aprox.)
Sustrato Universal	180	60%
Estiércol de Caballo	100	33%
Humus de Lombriz	17	5%
Perlita	6	2%
TOTAL	303	100%

Más, después del salto...

Making-of - La mesa de cultivo II

Seguimos con la construcción de nuestra mesa de cultivo.

En la entrada anterior nos habíamos quedado con un buen montón de tablas recuperadas de 3 palets bien lijaditas y cortadas a la medida que habíamos elegido para nuestra mesa.

Ahora toca colocar las piezas del puzzle en su lugar correcto.

Empezamos por los laterales largos. Unimos tres tablas tablas mediante dos listones obtenidos cortando las tablas restantes no utilizadas para los laterales o el fondo.

Making-of - La mesa de cultivo I

Al principio, cuando acababa de decidir que quería tener un huerto en la terraza, pensé en que lo más sencillo sería crear un "macetohuerto" de verdad, es decir, usando macetas y jardineras.

Pero después de darle muchas vueltas, leer docenas de entradas en el foro de Infojardin y navegar por los cientos de imágenes que el señor Google ofrece cuando buscas "mesas de cultivo", decidí que ya que estaba, podría ser más satisfactorio construir el contenedor desde cero, reciclando madera de palets viejos.

De esta forma, en mi cabeza se fue formando la imagen de lo que quería conseguir, aunque la verdad es que el proceso de construcción se ha ido desarrollando en función de los materiales de los que iba disponiendo. Así, las medidas y el diseño definitivo no coinciden exactamente con lo que había imaginado. Al final parece que no se me da mal improvisar...

El origen

Hace años que queríamos tener nuestro propio huerto.

Vivimos en una casa tipo dúplex, con una buena terraza, justo al lado de la famosísima huerta de Murcia (o lo que queda de ella).

Siempre hemos pensado que teníamos todas las condiciones para cultivar las verduras que tanto nos gustan y por fin, este verano hemos tenido tiempo para poner en marcha este proyecto que nunca terminaba de arrancar.

Llevo bastante tiempo leyendo cómo muchos han optado por crear un huerto en un rincón de su casa, así que hemos decidido ponernos manos a la obra, a ver qué sale.

En este blog iré contando nuestra experiencia, desde el principio, incluyendo todos los errores y fracasos que seguro tendremos (somos huertanos novatos, jeje) y espero que también los éxitos.